cómo desconectar para cuidar mejor
¿Qué es el “stand by” y qué tiene que ver con el descanso del cuidador?
En el mundo de la tecnología, el modo stand by o “en espera” es esa función que permite que un aparato siga conectado, listo para usarse, aunque no esté en plena actividad. En casa, representa hasta un 15% del consumo eléctrico, por lo que se recomienda apagar los dispositivos por completo para ahorrar energía y evitar averías.
Pero este concepto también se ha incorporado a nuestro lenguaje cotidiano: decimos que estamos “en stand by” cuando nos tomamos un breve descanso entre actividades. Ese momento en el que estiramos las piernas tras horas de trabajo o hacemos una pausa después de comer para retomar la actividad con más energía.
La importancia del descanso del cuidador en la vida diaria
Los cuidadores de personas dependientes, especialmente aquellos que atienden a personas con gran dependencia o deterioro cognitivo avanzado, encuentran cada vez más difícil lograr esos momentos de pausa.
Sin embargo, el descanso del cuidador no es un lujo: es una necesidad vital para poder seguir prestando una atención de calidad y preservar la salud física y emocional.
El riesgo del síndrome del cuidador quemado
La ausencia de pausas y desconexión es uno de los factores que más favorecen la aparición del burnout o síndrome del cuidador quemado. Este síndrome supone un profundo desgaste físico y emocional que puede presentarse en quienes cuidan de personas con enfermedades crónicas incurables, como el Alzheimer.
Síntomas más comunes del «cuidador quemado»:
- Absentismo laboral.
- Apatía y desmotivación.
- Cansancio extremo.
- Irritabilidad y cambios de humor.
- Dolores musculares y molestias físicas.
- Aislamiento social.
Cómo lograr un auténtico “stand by” como cuidador
Para prevenir el desgaste y favorecer el descanso del cuidador, es recomendable:
- Pedir ayuda a familiares, amigos o vecinos para repartir las tareas.
- Contactar con asociaciones especializadas, como las de familiares de personas con Alzheimer.
- Utilizar los recursos sociales, tanto públicos como privados, como el cuidado a domicilio.
- Practicar ejercicio físico de forma regular.
- Mantener una vida social activa para reducir el aislamiento.
Cuidar de uno mismo para cuidar mejor
Estos momentos de “stand by” son esenciales para recuperar energía, mejorar el bienestar físico y psicológico, y continuar con la enorme responsabilidad que implica cuidar de otra persona.
El descanso del cuidador no es tiempo perdido: es la mejor inversión para ofrecer un cuidado de calidad y sostenible en el tiempo.