¿Has pensado alguna vez hasta dónde influyes en los demás?
Pasamos por las vidas de los que nos rodean y, sin darnos cuenta, moldeamos el comportamiento y las decisiones de aquellos que no somos nosotros.
Nos pensamos que somos dueños de nuestras vidas, que pensamos por nosotros mismos y decidimos nuestros destinos. Pero no es así. Somos el resultado de la interacción que estamos teniendo a lo largo de nuestro existir.
¿Quién no se ha sorprendido a sí mismo diciendo una frase típica de su madre? Y después de haberla pronunciado, la mente se llena de flases y de pequeñas escenas en la que nos repetimos una y otra vez – no voy a decir esto que tanto me molesta de ella.-
Es fácil identificar las influencias de aquellos con los que convivimos habitualmente: los padres, hermanos, amigos y vecinos, por ejemplo. Pero ¿qué pasa con aquellos que apenas pasaron de largo? ¿O aquellos que ni siquiera hemos conocido en persona? Actores, por ejemplo, que entran en nuestros salones, con solo un clic, y representan una historia que remueve los sentimientos y los saca hacia afuera a través de llanto.
¿Piensas acaso que una canción no puede cambiar, al menos tu estado de ánimo? Recuerda una melodía que te guste y escuches a menudo y tu mente te llevará al pasado en un abrir y cerrar de ojos.
Yo pienso que debemos de ser cautelosos con nosotros mismos, pues por acción u omisión, estamos dejando una huella al andar que, sin saberlo, otro puede seguir. Esto puede hacer que siga tus mismos pasos (con errores y aciertos) o todo lo contrario, que tome el camino totalmente opuesto.
Los maestros especialmente, deben de cuidar mucho el comportamiento y la manera de dirigirse a sus alumnos, no solo a la hora de enseñar los conocimientos, sino en el momento de comunicarse, personalmente con cada uno de sus colegiales. Ellos, de una manera u otra, moldearon nuestro futuro y nuestras preferencias por las ciencias o las letras. Por eso, porque son tan importantes en la formación de lo que hoy somos, se merecen un homenaje.
Hoy te muestro un video que seguro te hace reflexionar sobre la influencia que recibiste de tus profesores. NATURALES, es un homenaje a la buena educación que recibimos de aquellos maestros tan especiales para nosotros. Al verlo, se me esbozó una sonrisa, al recordar a aquellos excelentes profesores que me acompañaron en mi aprendizaje. Alguno de ellos ya no está, pero tengo la gran suerte de seguir en contacto con la mayoría de mis mejores mentores. Sirva esto como homenaje.
Te invito a que compartas quién fue tu profesor/a preferido y por qué lo recuerdas aún. Será divertido recuperar esos agradables recuerdos.
